Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

viernes, 10 de agosto de 2012

Las Eneas (Typha latifolia) siguen creciendo en nuestras balsas




Hemos hecho algunas actuaciones para erradicar la enea de las Balsas de la Silvestre y Pedrosa, pero estas plantas herbáceas perennes del género Typha, no paran de crecer y expandirse.

Pese a la actuación integral que hicimos en la Balsa de la Pedrosa, siguen erre que erre, saliendo con fuerza.

En la Balsa Silvestre que no teníamos, han aparecido con fuerza, con los peligros que conllevan para los habitantes de las balsas.

 
El martes pasado tuvimos una agradable visita, Tolo y Lola, su hija, no conocían los Gallipatos de Alcublas, como teníamos que hacer una actuación sobre las eneas, les invitamos a que nos acompañasen y ellos gustosamente accedieron.

Observamos que la Balsa Silvestre estaba prácticamente seca, pero los técnicos de la Conselleria (Vicente Sancho) nos habían indicado que era bueno para ellas el que se secasen, para así mejorar las condiciones de su cubeta.

 
Aun pudimos observar cuatro ejemplares de Gallipatos (Pleurodeles waltl), a los cuales  la coloración les habían cambiado bastante, debido a la densidad del agua en la que habitan. Pasando a un negro intenso.


Después de observar a los gallipatos y de la emoción de nuestros visitantes, empezamos a arrancar  las eneas, sobre todo insistiendo mucho en sus raíces, debido a que se expande por ellas con gran rapidez y puedes quitar las hojas, pero si no arrancas las raíces ellas siguen creciendo y además con mucha rapidez.

 
Conseguimos arrancar todas la eneas que tenía la Balsa Silvestre, satisfecho del trabajo realizado.

 
Proseguimos la excursión y agradecemos a Tola y a Lola su desinteresada colaboración.

© Gallipato Alcublano

2 comentarios:

  1. Para algunos animales es bueno que existan eneas en las charcas, como a las hylas, pero es verdad que llegan a colmatar toda la charca. Además, evaporan gran cantidad de agua a través de sus hojas.
    En los "viejos tiempos" se segaban las hojas para hacer los asientos de las sillas y de esa manera se tenían controladas.
    En los márgenes de las charcas con mucha profundidad no hay problema con ellas, ero en estas pequeñas charcas son un peligro.
    ¡Buen trabajo!

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    1. Efectivamente, en la Balsa de la Pedrosa, tuvimos que hacer una intervención con maquinaria. Como ya no entra el ganado, ni se hacen sillas, campa por sus lares.

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