Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

jueves, 23 de enero de 2014

Empezamos el año visitando nuestras Balsas y Navajos


Consideramos que es una buena forma de empezar el año, dando una vuelta para comprobar el estado de nuestras balsas, aunque sabíamos que no era mucho agua lo que íbamos a encontrar, la sequia sigue desde el 18 de Septiembre del año pasado y lo que ha caído del cielo es lo que aquí decimos “Mollin” o Calabobos, cuatro gotas mal contadas.
El tiempo no acompañaba, pero las ganas eran grandes de saber el estado en que se encontraban y las sorpresas que nos íbamos a encontrar.
Nuestra primera visita fue a la Balsa de la Mina, que contenía poca cantidad de agua, pero debido a las mejoras que se le hicieron el año pasado, tenía agua. Bastante verdosa y turbia.


La Balsilla, para que hablar, Reserva de Fauna, añadiríamos, seca, porque así está seca y bien seca.


La Balsa Calzón si contenía agua su reflejo de espejo siempre nos llama la atención, quizás deberíamos plantearnos el quitarle piedras y otros objetos que anidan en su interior.


El Navajo de las Cañadillas, tenia escasa agua y mucha tierra, la no existencia de balsas de decantación, hacen que la tierra arrastrada entre directamente en el navajo. Pero aun así tenia vida dentro de la poca agua que albergaba.


La Reserva de fauna de la Balsa Silvestre está bajo mínimos e incluso la enea está empezando a tomar fuerza, es muy probable que el manantial que le aportaba  agua se haya secado, pues no es normal verla con la poca cantidad de agua que tiene.


El Navajo Roza presentaba bastante agua, seguramente los cazadores habrán llenado algunos navajos, por la sequía, este navajo tiene el mismo problema de colmatación de tierra.


El Navajo del Barranco del Puntalico de los Pinos, es una de las zonas que se salvo del incendio forestal, pero aunque tiene abundantes entradas de agua, casi todas están bloqueadas, lo hace que no le entre mucho agua, en la foto se puede apreciar.


El Navajo de las Lomas fue otro más, que si visitamos, también tenía algo de agua, pero no se apreciaba, aparentemente vida en  el, no sabemos la causa.

Curioso y preocupante las diferencias entre las balsas y navajos que recorrimos, pero la tónica general es que el agua no era abundante en ninguno de ellos, siendo la época del año que es. Deseamos que esta sequía que nos acompaña, nos deje pronto.

J. R. Casaña