Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

miércoles, 1 de octubre de 2014

LLOVIÓ EN ALCUBLAS, PERO POCO

Ayer subí ilusionado al pueblo, me habían comentado, que había llovido con mucho conocimiento y con abundancia, subiendo "Las Rochas" observe charcos y los bancales con mucha sazón.


La primera balsa que te encuentras, cuando entras por carretera al termino de Alcublas es la Balsa Calzón.


Al llegar a ella, observe que habían algunas libélulas revoloteando a su alrededor, al final de septiembre, pero eso es lo que hay.

Parece ser que ha sido limpiada en parte pues las piedras seguían, esperemos que no le haya afectado a su fauna, tenía dos tercios de su capacidad, el agua ha entrado mansamente.

La idea era visitar las máximas posible y seguimos camino hacia la Balsa de la Mina, en esta el optimismo se me fue ensombreciendo, tenia agua, pero poca, posiblemente no haya caído tanta en sus aportes. 

Esta balsa es la que más posibilidades tiene de sufrir arrastres, dado que se vio muy afectada en el incendio forestal. En años anteriores se le había efectuado unas mejoras en sus aportes, para recoger más agua lluvia, lo dicho no habría llovido mucho por esa zona.


Seguí hacia el Navajo de las Cañadillas y tampoco había corrido mejor suerte que la Balsa de la Mina, aunque es de cemento se ha regenerado convenientemente, pero su aportes están muy obturados.


La desolación y la tristeza me esperaba en la Reserva de Fauna de la Balsa Silvestre, la entrada de agua era mínima, el año pasado por estas fechas rebosaba, esperemos su pronta recuperación.


Siguiendo el recorrido llegue al Navajo de la Roza, de cemento, pero muy bien recuperado, donde me esperaba la alegría de que estaba bastante lleno.


La otra Reserva de Fauna, La Balsilla,estaba con muy poca agua, seguramente tendremos que rescatar los huevos de gallipato y puestas de sapo corredor, como hicimos el año pasado. El agua permanece muy poco tiempo en su cubeta.


El Navajo de la Navarrilla, es de reciente creación y también había recibido bastante agua.


Al otro lado de la vertiente montañosa se encuentra el Navajo de El Poderoso, al que la tala de los árboles del incendio forestal, dificultan el aporte de sus escorrentías,


Bajando hacia el termino de Lliria se encuentra a la derecha del camino un pequeño navajo que se llama de la Caña Ladrero, en el también había entrado agua, no en mucha cantidad, pero si algo, los Branchipus Schaefferi, se pondrán contentos.


El final de este recorrido lo hicimos en la, también, Reserva de Fauna de la Balsa de la Pedrosa, donde nos llevamos la sorpresa de encontrarnos con algunas libélulas merodeándola, pese a no haberse  hecho las correcciones oportunas en sus aportes, la cantidad de agua era abundante.

Seguiremos visitando las balsas de nuestro término, para comprobar su estado y al mismo tiempo disfrutar de la naturaleza.

Rafa Casaña